Hace
unos meses, desde el Ayuntamiento de Ciudad Real, se nos hizo llegar estas
recomendaciones que considero que no está de más tener en cuenta y son fáciles
de llevar a cabo.
INTRODUCCIÓN
El
agua es un recurso natural indispensable para la vida, y aunque tres cuartas
partes del planeta están cubiertas de agua, sólo una mínima parte es apta para
el consumo humano.
Está
estimado en la actualidad un consumo diario medio de agua por persona de unos
200 litros. El agua procede de embalses y pozos, desde donde es transportada a
través de grandes conducciones, potabilizada en una estación de tratamiento y,
a continuación, elevada a depósitos desde donde se distribuirá por todas las
viviendas mediante una red fina de conductos. Este proceso de producción y
transporte del agua potable, es complejo y costoso. Además, toda el agua que
consumimos, procede en última instancia del agua de lluvia, con lo que en
épocas de sequía se corre el riesgo de sufrir restricciones, siendo también de
importancia capital las graves perdidas que se ocasionan en los procesos de
distribución
Entendemos
como uso sostenible del agua, el propósito de hacer compatible el uso de un
bien natural con el mantenimiento del ecosistema al que pertenece y además que
no se produzca una pérdida de las funciones para satisfacer la demanda,
evitando situaciones de sobreexplotación. La gestión sostenible del agua
consiste en administrar los recursos hídricos, tanto subterráneos como superficiales,
en base a un correcto balance entre las necesidades de la sociedad y el medio
ambiente natural.
El
agua no es sólo un elemento imprescindible para la vida, sino también un medio
de desarrollo económico y social.
AHORRO
DE AGUA EN NUESTRAS LABORES HABITUALES
Consumo
en el hogar:
Controlar
el consumo de agua en casa mediante el recibo del agua y reducirlo hasta llegar
al valor eficiente de 100-120 litros por persona y día. La estimación del consumo diario
doméstico por habitante en España (INE 2003) es de 167 litros de agua. Este
valor se podría reducir a 100/120 litros por habitante y día adoptando hábitos
de consumo ahorradores y teniendo una instalación eficiente.
Hacer
un seguimiento periódico del consumo de agua de la casa a través de lecturas
directas periódicas del contador de agua para controlar posibles anomalías en los consumos
(fugas, averías, etc).
Cierra
levemente la llave de paso
de agua a tu vivienda. Al disminuir el caudal, conseguirás que salgan
menos litros del grifo por minuto. Un gesto tan pequeño se convierte en una
medida muy útil para economizar tan preciado líquido. Tú apenas notarás la
diferencia cada vez que abras los grifos; pero tu bolsillo sí que lo apreciará.
Mantenimiento:
Comprobar
periódicamente el estado de la grifería-sanitarios de casa y su adecuado
funcionamiento,
actuando con la mayor brevedad posible en caso de detectar una fuga. Un inodoro
con fuga puede gastar hasta 200.000 litros de agua al año.
Hábitos:
Ducharse
en lugar de bañarse.
Es preferible ducharse ya que el ahorro alcanza entre 60 y 150 litros por
persona y día.
Cerrar
el grifo mientras te enjabonas en la ducha, te afeitas o te cepillas los
dientes. Así
solamente utilizarás el agua que necesites.
Utilizar
un vaso de agua para enjuagarse los dientes. Ahorrarás más de 20 litros.
No
emplear el inodoro como una papelera. Evita
verter residuos de comida, aceites y pequeños objetos como colillas, compresas,
etc., cuyo destino es el cubo de basura. Ahorrarás entre 6 y 12 litros por
descarga, prevendrás atascos en los desagües y no sobrecargarás las depuradoras.
Llenar
el lavavajillas antes de usarlo. Los
lavavajillas consumen menos agua que el lavado a mano siempre que estén
completamente llenos.
No
fregar con el grifo abierto.
Utilizar una pila para enjabonar y otra para aclarar, o un barreño en caso de
tener solamente una pila, pero nunca dejar el grifo abierto. Ahorrarás desde 20
litros en adelante.
No
descongelar alimentos bajo el chorro de agua. Utiliza la nevera sacándolos con suficiente antelación
del congelador, no utilices agua innecesariamente.
Probar
con diversos ciclos de lavado del lavavajillas hasta dar con el más corto y eficaz, económico en el uso del agua y la
energía.
Utilizar
la lavadora solamente cuando esté llena, y evitar el prelavado siempre que sea
posible. Ahorrarás
agua y energía.
Utilizar
las dosis recomendadas de detergente para lavado, sin superarlas, eligiendo los
productos menos dañinos para el medio ambiente, sin fosfatos, blanqueantes
químicos ni ópticos y biodegradables con mayor rapidez. Mejorarás la calidad del vertido de
agua residual.
Utilizar
un recipiente para lavar los alimentos. El ahorro alcanza hasta los 10 litros de agua, además de
poder reutilizar el agua empleada en el riego de plantas.
No
utilices el chorro de agua para arrastrar restos de alimentos que queden en el
fregadero. Recógelos
y échalos al cubo de la basura.
Para
beber agua fría,
no dejes correr el grifo
(ya sabes, se gastan alrededor de 12 litros de agua por minuto): acostúmbrate a
poner una jarra o una botella de agua en la nevera.
Evitar
o reducir el consumo de los productos de limpieza más agresivos, como
limpiahornos, limpiadores de alfombras y tapicerías, desatascadores químicos,
abrillantadores y compuestos amoniacales concentrados. Limitar el abanico de productos y la
cantidad utilizada para reducir la contaminación de las aguas residuales
urbanas y facilitar la depuración de las mismas.
Si
te vas de viaje, cierra la llave de paso del agua de tu vivienda. Evitarás posibles inundaciones por
grifos abiertos o accidentes.
Comunica
las fugas de agua a
la Empresa Municipal de Abastecimiento de Agua de Ciudad Real.
Cambios
tecnológicos:
Instalar
aireadores-perlizadores (filtros ahorradores de agua) en todos los grifos de la
casa. Estos
dispositivos incorporan aire al chorro de agua y reducen el consumo hasta el
40% del inicial.
Sustituir
los grifos de ruleta (poco eficientes) de la casa por monomandos con
aireador-perlizador más eficientes en el uso del agua. Los grifos monomando permiten regular
el caudal y la temperatura reduciendo el gasto de agua, además de presentar un
mecanismo de apertura y cierre que garantiza la práctica supresión de fugas y
goteos.
Instalar
contrapesos en los sistemas de descarga del inodoro/s de la casa para permitir
la interrupción de descarga en caso necesario. Gracias a estos sistemas de cierre
automático cada usuario debe mantener accionado el tirador de descarga para
mantener la salida de agua. Permiten ahorrar hasta un 70% de agua.
Sustituir
el sistema de descarga del inodoro/s de casa con tirador, por otro sistema de
doble descarga que permite escoger entre dos volúmenes distintos de descarga
(3/6 litros), o pulsador con interrupción voluntaria de descarga. Sustituyendo los mecanismos de
descarga y corrigiendo los hábitos de manejo del inodoro pueden traducirse en
un ahorro de casi 40.000 litros de agua anuales en una vivienda de cuatro
personas. Sin embargo, si la cisterna
de tu cuarto de baño no es de doble descarga, que no te entre
sentimiento de culpabilidad. Puedes meter dentro una o varias botellas de
plástico llenas: cada vez que tires de la cadena gastarás varios litros menos.
Instalar
reductores de caudal en el flexo de la ducha/s de la casa para impedir que el gasto de agua
exceda el caudal eficiente necesario (10 litros/minuto). Permiten
ahorrar hasta un 30% de agua.
Sustituir
el rociador de la ducha de casa por otro con sistema ahorrador de agua, como mezcla con aire, reducción del
área de difusión o reducción de caudal.
Sustituir
el lavavajillas y lavadora no eficientes por otro eficiente certificado con
categoría energética tipo A y/o la etiqueta ecológica europea.
Limpieza
del coche:
Limpiar
el coche en una estación de lavado eficiente, con lanzas de alta presión con temporizador que regule
el tiempo de utilización o un sistema de reutilización de agua, y como mucho,
una vez al mes. Una limpieza manual con manguera puede consumir hasta 500
litros de agua frente a los 35 litros consumidos en estaciones de lavado
automático.
Limpiar
el coche utilizando cubo y esponja reduciendo el volumen de agua utilizado y,
como mucho, una vez al mes.
El sistema tradicional cubo y esponja también permite ahorrar agua con un
consumo medio de 50 litros por limpieza aproximadamente.
Jardinería
básica de nuestras viviendas:
Seleccionar
especies de plantas autóctonas para el jardín, con requerimientos de agua adaptados a
la climatología local, o especies adaptadas con bajos requerimientos de agua.
Reducir
las zonas de césped del jardín,
porque es el gran consumidor de agua en los jardines modernos, y sustituirlo
por materiales como piedras, gravas, cortezas de árbol, etc. Es una de las
técnicas más eficaces para reducir las pérdidas de agua por evaporación.
Diseñar
el jardín agrupando las plantas según sus necesidades de agua, de forma que aquellas que necesiten
menos agua no sea necesario su riego frecuente.
Regar
el jardín por aspersión o por goteo,
nunca a través de mangueras, para evitar el despilfarro de agua, ajustando el
caudal, alcance y recorrido de los aspersores y goteros (evitando riego de
pavimento o superposición del área de riego de varios aspersores).
Cambiar
los hábitos de riego en el jardín: regando en horas de menos calor,
preferentemente por la noche, cuando no haya viento y teniendo en cuenta la
meteorología (no
regar si el suelo está húmedo por lluvias recientes). Aproximadamente un 30%
del agua se pierde por evaporación cuando regamos en horas de sol.
Instalar
un programador de riego en el jardín con sensor de humedad/viento/lluvia. Estos sistemas permiten aumentar la
eficiencia de los sistemas de riego determinando cuándo es necesario regar, a
partir de sensores de lluvia (cortan automáticamente el riego si llueve),
sensores de humedad del suelo (para saber si es necesario), y programadores
automáticos (permiten regar de noche para evitar la fuerte evaporación durante
el día por efecto del sol o del viento).