En este informe se analiza la sosteniblidad local, tanto urbana como rural, intentando describir las profundas interrelaciones que existen entre las dos y poniendo en evidencia la necesidad de desarrollar un enfoque territorial que integre los distintos territorios urbano, rural y los espacios intermedios, lo que implica identificar, reconocer y gestionar los recursos endógenos de cada uno de ellos,y propiciar su revalorización como un modo de garantizar una gestión sostenible y de diversidad.
Las interrelaciones entre los sistemas urbanos y rurales, aún siendo de vital importancia, apenas han sido consideradas desde la perspectiva de la sostenibilidad. Se apuesta por un nuevo diálogo estratégico campo-ciudad, para salvar los desequilibrios territoriales.
El informe se ha dividido en tres bloques:
1 - Aproximación a la situación de la sostenibilidad local en su vertiente urbana en cada una de las 50 capitales de provincia. La información se sintetiza con mapas y gráficos en cada ciudad y provincia.
2- Análisis de la sostenibilidad rural a través de una serie de áreas seleccionadas con criterios funcionales a partir de una batería de 49 indicadores aplicados a nivel regional y el estudio pormenorizado de diez zonas piloto.
3 - Interacciones urbano-rurales, con un intento de abordar el nuevo diálogo campo-ciudad en aras de superar los desequilibrios territoriales con nuevas estrategias de futuro, y la necesidad de valorar y asegurar los bienes y servicios que los ecosistemas rurales y naturales prestan.
PRINCIPALES CONCLUSIONES DEL INFORME
SOSTENIBILIDAD EN EL MEDIO URBANO
Se constata el gran peso de las ciudades en los procesos de sostenibilidad en España. Existen grandes potencialidades para paliar los riesgos de la actual insostenibilidad de las ciudades incidiendo, sobre todo, en el planeamiento urbano y la ordenación del territorio para que se pueda favorecer la implantación de formas de vida más sostenibles propiciando, a su vez, formas de organización social, metabolismos urbanos más eficientes, modelos de transporte más racionales e interacciones positivas con el medio rural que eviten la ocupación abusiva de suelo, las disfuncionalidades socioeconómicas y los impactos ambientales innecesarios.
- La Huella Ecológica de las ciudades.
La huella ecológica (HE) de la mayoría de las grandes ciudades españolas supera la biocapacidad disponible de sus provincias. La HE de una ciudad es proporcional tanto a su población como al consumo de materiales y producción de residuos per cápita de sus habitantes.
Madrid y Barcelona aunque presentan por su tamaño dificultades de evaluación, tienen las mayores huellas ecológicas de todas las ciudades españolas. Atendiendo a la necesidad global de hectáreas en función de las disponibles, encontramos que todas las ciudades precisan más territorio del que ocupan, destacando los casos de Bilbao (100,88 veces su término municipal), Cádiz (90.84 veces), Pamplona (89,36 veces), Barcelona (83,87 veces), Santander (Santander (81,04 veces) y A Coruña (80,23 veces).Los menores déficits se encuentran en Cáceres (1,38 veces), Cuenca (1,68 veces), Badajoz (2,19 veces), Albacete (2,90 veces), Córdoba (4,10 veces), Jaén (4,79 veces) y Teruel (4,98 veces). La huella ecológica del español medio se situó en el año 2005 en 6,395 hectáreas globales de territorio productivo al año para satisfacer sus consumos y absorber sus recursos, frente a 1,8 ha de promedio mundial.
Consumo de suelo urbano en las áreas urbanas de capitales de provincia.
El crecimiento urbano muestra importantes síntomas de insostenibilidad. En el periodo de estudio, 2001/2007, se ha clasificado como Suelo de Naturaleza Urbana (urbano y urbanizable por el planeamiento) mucho más de lo necesario para los aumentos de población correspondientes. Las capitales de provincia que han experimentado un aumento del SUNAU (29 de las 50 estudiadas) reflejan un crecimiento medio de de 38,13% lo que supone más de seis veces el crecimiento poblacional en el periodo estudiado. En algunas de ellas, el crecimiento ha sido muy notable, llegando a 216,42% en el caso de Murcia, o 134,13% en el caso de Toledo.
El valor catastral ha aumentado en todas las ciudades estudiadas (tanto en las que ha crecido el suelo de naturaleza urbana, como en las que no), siendo la media de 25,71%. Cabe destacar Murcia, Madrid y Barcelona con aumentos del 160,35%, 142,63% y117, 76% respectivamente.Se aprecia un cambio en los patrones de urbanización en la mayoría de las ciudades estudiadas. Se ha pasado de modelos compactos, con crecimientos en “mancha de aceite”, a otros claramente fragmentados y difusos que implican una segregación social, económica y ambiental.
- Agenda 21 Local.
La evolución de los procesos de sostenibilidad local en España asociados a las Agendas 21 Locales (A21L) es cuantitativamente positiva, tanto en las ciudades como en el mudo rural, pero se constatan pocos avances reales en el desarrollo de acciones efectivas. Hasta la fecha, sólo once de las capitales de provincia han elaborado informes de sostenibilidad en base a indicadores y, de ellos, sólo nueve son anuales. Además en estos informes, se suele otorgar un mayor peso a la variable ambiental que a las variables económicas y sociales.
Actualmente, en el territorio español un 40,54% del total de los municipios al menos han elaborado el diagnóstico inicial para la implantación de la A21L. Esto supone un total de 3.287 municipios de los cuales, atendiendo a los criterios de la OCDE (densidad de población <150km/hab),>
La simple rehabilitación, en clave energética y de habitabilidad del enorme patrimonio urbano construido en los últimos años, el “hacer ciudad” donde simplemente se ha urbanizado, y la puesta en valor del medio rural y del mayor patrimonio natural de la UE, puede no solo ser un elemento de gran futuro sino ser ya de entrada una respuesta a la crisis actual, con resultados inmediatos en términos de dinamización de la economía y la generación de empleo y finalmente de mejora del medio urbano y rural que es donde vivimos.
Situación de la Agenda 21 Local en las Capitales de Provincia
FUENTE: elaboración OSE 2008
SOSTENIBILIDAD EN EL MEDIO RURAL.
El desarrollo sostenible del mundo rural aparece como una oportunidad para generar riqueza, pero la mayor amenaza para la sostenibilidad rural sigue siendo el despoblamiento y el abandono del campo, induciendo mayores déficits de infraestructuras y servicios que reducen las oportunidades y la calidad de vida de los habitantes rurales.
Las áreas rurales en España ocupan el 90 % del territorio y en ellas reside el 20% de la población si no se incluyen las áreas periurbanas y el 35% si se incluyen estas últimas áreas (Ley 45/2007 LDSMR).
El medio rural ‘exporta ‘sostenibilidad’ al medio urbano y cada vez adquiere más valor por los servicios que presta, pero siguen existiendo fuertes desigualdades sociales y económicas entre las áreas urbanas y el medio rural. El PIB per capita es inferior en las zonas predominantemente rurales. Las CCAA predominantemente rurales (Extremadura y Castilla- La Mancha) tienen un PIB per cápita muy por debajo de la media nacional, mientras que las urbanas (Madrid, País Vasco, Cataluña) están por encima de la media, excepto Valencia.
Persisten claras diferencias socioeconómicas. Las diferencias son claras también en las cifras de desempleo. Según las cifras del cuarto trimestre de 2007, el desempleo es más alto en las zonas predominantemente rurales, tanto para hombres (7,6% en las rurales frente a 5,8% en las urbanas) como para mujeres (17,0% frente a 8,4%).
Los resultados de la evaluación de las diez zonas piloto seleccionadas y acordes con una tipología de ecosistemas representativos, refleja un diagnóstico consistente con la realidad del mundo rural en su conjunto. Esto se concreta a través de 49 indicadores de sostenibilidad rural (seleccionados de los indicadores del Marco Común de seguimiento y evaluación de la política de Desarrollo Rural de la UE, y del Sistema de indicadores para la integración de los aspectos ambientales en la política agraria e indicadores complementarios del OSE), los cuales confirman el diagnóstico de la delicada situación general del medio rural español: Es necesario un nuevo diálogo estratégico campo-ciudad para salvar los desequilibrios territoriales.
DIÁLOGO ESTRATÉGICO CAMPO-CIUDAD
Los principales riesgos de insostenibilidad del mundo rural giran en torno a la pérdida de población (tenuemente paliada por inmigración exterior) que ha ido paralela al abandono del campo y a procesos de crecimiento urbano focalizados hacia una litoralización y el crecimiento de las grandes urbes.
El papel de la agricultura en nuestro país es cada vez más estratégico por su función productiva y clave para el mantenimiento del tejido socioeconómico de las zonas rurales, la conservación del patrimonio natural y su revalorización en clave de sostenibilidad (España cuenta con la mayor superficie de regadío de la UE, la superficie de cultivo en el año 2004 en España era del 19%, mientras que la media europea era del 9,4%).
Es positiva la evolución de la agricultura ecológica que viene produciéndose en España desde 1991 aunque el total de la superficie (988.323 ha) nos sitúa aún por debajo de la media Europea.
Además, casi el 60% de la superficie dedicada a este tipo de cultivos la encontramos en Andalucía por lo que sería deseable un mayor desarrollo en el resto de CCAA.
Las zonas rurales albergan nuestro patrimonio natural, cultural y paisajístico (un 26% de la superficie terrestre forma parte de la Red Natura 2000). España es el país con mayor biodiversidad del continente europeo y conserva una parte importante de su diversidad cultural. Se pone de manifiesto la importancia de conseguir un desarrollo rural sostenible en nuestro país revalorizando el patrimonio global.
Hay que fomentar el uso de mecanismos integradores de los sistemas urbanos y rurales considerando la prestación de los bienes y servicios que proveen los ecosistemas y el mundo rural, en relación con el bienestar humano. Los servicios ambientales de los ecosistemas incluyen todos los beneficios económicos, naturales y sociales que la naturaleza proporciona a la humanidad en su conjunto, o a una población local, como son la regulación y renovación del agua, suministro de alimentos, materias primas, recursos naturales, genéticos, la belleza escénica y recreación, la captura o fijación del carbono, proveer de un hábitat adecuado a las especies, la regulación del clima, los nutrientes, la generación de suelo o la polinización, entre otros.
Un mecanismo de compensación, como el “pago por servicios ambientales”, puede potenciar el mantenimiento de la provisión de los bienes y servicios de los ecosistemas rurales hacia los urbanos. Esto responde a un enfoque avanzado de internalización de externalidades ambientales positivas para que zonas en riesgo ambiental, social y cultural logren avanzar hacia un desarrollo sostenible, con acciones de conservación y la gestión y ordenación del territorio a través de este tipo de incentivos.
Además aparecen nuevas oportunidades ligadas a las políticas contra el cambio climático que potencian los recursos endógenos y permiten desarrollar nuevas fuentes de energía sostenible que crean yacimientos de empleo verde y fomentan la “economía de la biodiversidad”.
A pesar de que la agricultura constituye un sector difuso emisor de GEI, el papel de las zonas forestales como sumideros de carbono y la producción de biocombustibles de segunda generación constituyen aspectos esperanzadores para la lucha contra el cambio climático en nuestro país a través de la reducción de las emisiones de GEI (Ley 1/2005).España es la cuarta productora de biocombustibles de origen agrícola de la UE-27 (detrás de Alemania, Francia e Italia), con un volumen de producción de 234,3 K Toe (1.000 toneladas de aceite equivalente) en 2005, muy por encima de la media de la UE-27, que es de 125,0 KToe. La producción de energía renovable de origen agrícola representa el 2,7% del total de la producción de renovables en España.
Existen también claras potencialidades para la puesta en valor del patrimonio global, natural cultural y paisajístico. España cuenta con 38 Reservas de la Biosfera, tan solo por detrás de EEUU con 47 y la Federación Rusa con 39. En el 2007 existían 1.381 LIC y 561 ZEPAS, que suponen 14 millones de hectáreas y el 28% del territorio nacional. En cuanto a los activos culturales, España cuenta con 40 bienes inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, tan sólo por detrás de Italia con 41. Sobre el valor integral de los paisajes nuestro país goza de una gran riqueza paisajística notable, tal como se indica en el Atlas del Paisaje que recoge 1.262 unidades del paisaje que se encuentra en gran parte en las zonas rurales de España, siendo una oportunidad para un modelo territorial más equilibrado y sostenible (un 37% de la superficie de España está afectada por riesgo significativo de erosión).
Tanto en el medio urbano como en el rural, los potenciales que ofrece el cambio hacia procesos más sostenibles son significativos. Y esto es parte fundamental de la posible respuesta española al llamado “Nuevo pacto verde” auspiciado por Naciones Unidas y su Secretario General Ban Ki-moon para salir de la crisis y preparar un futuro más sostenible para las ciudades y el medio rural.
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